sábado, julio 23, 2011

She told us she was troubled...

Murió Amy. Si no fuera porque la muerte de un famoso siempre es nota, esto no sería noticia.

Por que todos esperábamos (que no ansiábamos) la muerte prematura de una mujer que dedicó toda una vida a destruirla. Yo misma hacía apuestas con exmarido sobre cuántos albums lograría dejarnos antes de conseguir su vehemente objetivo de morir.

Y es que, como le dije una vez a Cecy: no se puede tener la mente torcida y andar por un camino recto.

Ella logró lo que quería. Y para lo que escribía, se entiende por qué lo quería. Ahi no hay nada qué lamentar.

Pero el mundo sí se perderá de los discos que ya no podrá grabar; de la voz negra revestida con un lánguido y maltratado cuerpo blanco.

El hombre de los ojos de caleidoscopio fue el primero en decirme que yo me parezco a ella. Me ofendí porque me parecía muy fea, así que le respondí, "una de dos: o me odias, o en realidad me quieres tanto que me ves en todas partes".

Luego exmarido fue víctima de un crush de fan con ella. Seguí sin entender qué demonios le veían, pero como él ponía su música toooodo el tiempo, Amy acabó por conquistarme.

Después hasta se volvió un chiste, y la empecé a llamar "mi gemela británica". Ojalá yo tuviera la mitad de la voz que ella tuvo.

Su error no es haber atentado contra una vida humana cualquiera hasta acabar con ella - en caso de que haya muerto de un pasón, pues hasta el cierre de esta edición, no se tiene esa certeza-; su error fue atentar contra esa voz, hasta extinguirla.

"Life is like a pipe, and I'm a tiny penny rolling up the walls inside". -Amy Winehouse