sábado, agosto 11, 2012

Monóxido de carbono.

La luz en tu habitación permanece
fuerte e intensa.

Nace de velas que se antojan infinitas
tras resistir la tormenta de febrero.

Esa luz ya no es cegadora,
pero genera suficiente calor
para soportar este
crudo
cruento
cruel
invierno.

Tanto como para derretir el hielo en mi plexo
y darme una sensación de paz.

Aunque quizá sólo esté intoxicada.

lunes, enero 30, 2012

Bajar la guardia

Cuántas personas que ya no están en mi vida me habrían querido más -o hasta se habrían quedado- si yo hubiera sido sólo un poco más amable? Si no hubiera puesto la barrera de hielo que siempre me ha protegido de un daño que eventualmente llega, de cualquier modo?  Si no me hubieran malinterpretado?

Cuántas personas que incluso hoy siguen aquí, han pasado años sin decirme abierta y claramente lo que les molesta u ofende de mí, y me soportan sólo porque mi lado luminoso es realmente bueno?

Cuántos dolores, tragos amargos y rompimientos se habrían evitado si la gente se hubiera tomado unos minutos para decirme tranquilamente que mi forma les parece violenta y que a veces no saben cómo acercarse a mí sin salir arañados?

Y cuántos no?

Todo ha sido un gran malentendido.

Hay que probar la dulzura. Sólo por curiosidad, por ver qué pasa. Guardar las garras para ocasiones especiales, pero experimentar con la suavidad.

Sólo para honrar a los que sí se han tomado la molestia de hacerme notar cuando he sido muy violenta.

A ver.