no pude esconderme por mucho màs tiempo.
llevaba dìas sin querer ver a nadie màs que la madre y ese resbaladizo -pero tan arraigado- amante al que pomposamente llamo "novio".
ensimismada, sumida en mis pensamientos,
quise -quiero- estar a solas con ella,
contigo-conmigo, para mirarla
mirarte-mirarme.
necesitaba -necesito-,
un tiempo desde hace tiempo
para sentarme a hablar seriamente conmigo.
pero me he dado cuenta
que la terapia del espejo funciona:
al hablar con mis amigos y con èl,
encuentro màs de mì misma
que estando sola.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario