Lo sabía.
Últimamente lo sé todo.
Debo haberme tragado un amuleto,
un cuarzo, un talismán;
o quizá por fin despertó la bruja
que vivía en mi interior.
Pero sabía que este viernes el aire se volvería denso
habría tiempo pero no serenidad
descanso pero no oxígeno.
Y es que los viernes mutaron,
se volvieron kármicos, cabalísticos;
en los viernes de las últimas semanas,
me ha salido en el rostro algo extraño,
raro como un barro a los 30 años.
No así este viernes.
este viernes no es 13,
no hay sonrisa ni demonio,
ni aire, ni árbol.
Este viernes vuelvo a ser Daria.
Me dispongo a hibernar.
1 comentario:
bueno, pero la primera estrofa es la mejor, mucha mucha fuerza y me gustó el lenguaje,
un gusto
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