viernes, octubre 28, 2005

Nothing but mammals

Los programas de animales y vida salvaje pueden enseñarnos tanto sobre nuestra propia naturaleza... después de las cosas que tuve que pasar en 2004 y la subsecuente y profunda reflexión a la que estos sucesos me llevaron, pude concluir que todo el comportamiento humano está sujeto a sus instintos. Todo. Pero no hablo del instinto de reproducción -tambiñen estamos sujetos a él, pero no es el que más nos controla-, sino el de conservación. Todo lo que hacemos en nuestra vida tiene que ver con la búsqueda de seguridad y de conservación de la integridad, por eso somos animales defensivos, ofensivos, miedosos; territoriales y controladores. Queremos tener el control sobre todo lo que nos rodea, para sentirnos seguros de que nada va a pasarnos. Sólo somos una especie más, igual que todas las que salen en esos programas.

La diferencia entre nosotros y todos los demás mamíferos, es que aquéllos obedecen a sus instintos y sus procesos de vida de manera natural e invariable, mientras que nosotros lo complicamos todo y alteramos todas las reglas de la naturaleza: todos los procesos, todos los mecanismos, todo lo echamos a perder con ese regalo divino que nos distingue de los otros: la razón. Se supone que tendría que servirnos para ser mejores que el resto de las especies, pero no. Sólo la usamos para destruir ese perfecto mecanismo de supervivencia que nos fué dado; con una montaña de ideas estúpidas paridas por nuestro miedo, que, a su vez, nace de la necesidad de seguridad, alteramos las relaciones con nuestros congéneres, alterando, asimismo, el ciclo reproductivo.

Feminismo, machismo, monogamia, poligamia, homofobia, inseguridades, infidelidades, mentiras, miedos, c o n t r o l........ Son la clase de estupideces para las que usamos nuestra razón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este es el peor de todos!!!!!
Atacando a la razón????

Shame shame dear.